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LA HECHICERÍA EN LA NORIA DE SAN PANTALEÓN DURANTE EL SIGLO XVI Y XVII

Foto del escritor: Andres Sarellano MartinezAndres Sarellano Martinez

“Santiago Claguelilo la Virgen no me ayude, el demonio me acompañe y salgan a mi defensa aquellos tres príncipes nobles Asmodeo, el diablo cojo y vos, Lucifer como píncipe de las tinieblas me ayudes te protesto que desde hoy hago ánimo de ofrecerte las obras que hiciere como también cada viernes un ayuno y te protesto que con la sangre a cualquiera encuentro me ayudes y me defiendas Lucifer como príncipe salga el diablo cojo llamando que ayudes hora, y en cualquera trabajo a vos encomiendo Asmodeo, diablo cojo, y vos Lucifer príncipe noble.”


Escrito realizado con sangre y que le fue encontrado en cierta parte del país, al Mestizo José Rojas en 1787 antes de ser enjuiciado ante el tribunal inquisitorial de México.




La vida en la antigüa Villa de San Martín no era sencilla durante la segunda mitad de siglo XVI. No lo era, no sólo por el ámbito económico sino también porque la inquisición tenía muy censuradas diversas prácticas, y realizar algunas de ellas conllevaba o un proceso eclesiástico o uno de corte inquisitorial.


Para entrar en contexto, cabe señalar lo dicho en la Tesis de Jair Antonio Acevedo López respecto a la inquisición:


“En noviembre de 1478, el papa Pío VI emitió una bula que permitía el establecimiento de tribunales inquisitoriales en territorio español, el cual se encontraba en ese momento bajo el gobierno de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos. Si bien la Inquisición había aparecido desde principios del siglo XIII, con el objetivo de erradicar los grupos heréticos surgidos en el sur de Francia, para finales del XV era una institución obsoleta y en completa decadencia. El impulso brindado por España fue, entonces, decisivo para su resurgimiento, el cual se hizo bajo la consigna de salvaguardar la ortodoxia católica, pues antes que nada la Inquisición sirvió como una poderosa herramienta que buscaba mantener el control político sobre un pueblo compuesto de varios grupos muy distintos entre sí, cuyo única característica en común se encontraba en la fe que profesaban.”


También, puede acudir a este video: https://www.facebook.com/LaNoriaTurismoOficial/videos/2565989587043200 donde se explica el concepto de brujería.


Sabido es que tras descubrirse las minas de Zacatecas, los españoles, ayudados por diversos hombres de religión se toparon con un contexto hóstil y con personas que tenían sus propios símbolos y creencias. La forma de dominarlos era mediante la evangelización y –quizá- promesas de diversos tipos.


Ahora bien, cabe contextualizar que Quiñones, citado por Brenda Alejandra Menchaca Montoya, en sus tesis de grado, afirma que:


“La riqueza de San Martín se basaba en metales como el plomo y la plata dándole un periodo de prosperidad en la década de los años cincuenta del siglo XVI, en 1556 se contabilizaron alrededor de treinta vecinos españoles, un cura secular y un alcalde mayor; sin embargo, durante su decadencia se presentaron altibajos en el poblamiento, por ejemplo: para 1604 contaba con unos cinco o seis vecinos, que se dedicaban a la agricultura, en específico al cultivo de manzanas, más que a la minería. Y en 1608 el oidor Gaspar de la Fuente hacía hincapié en el declive del real minero ocasionado por las inundaciones de las minas y la pobreza en la que vivían los pocos vecinos que lo habitaban (…)”


Así pues, se destaca que ya bien entrado el siglo XVI, por allá en 1570, cerca de 18 o 16 años después de descubierta la Villa de San Martín (Noria de San Pantaleón) y lo llamativo de las minas para personas de diversos lugares las cuales miraban en ellas un sustento para su vida tanto dentro como fuera de la minería, trajo consigo un acontecimiento histórico el cual tras varias investigaciones por parte de historiadores zacatecanos e incluso de otros lugares, ha revelado uno de los primeros juicios eclesiásticos por hechicería. En síntesis, nos dice Brenda Alejandra Menchaca Montoya que:


“Uno de los primeros juicios eclesiásticos se registró en las Minas de San Martín el 10 de abril de 1570, cuando Cristóbal de Miranda –vicario y deán de Yucatán- tras escuchar que


Bárbola de Zamora, mulata, mujer soltera que reside en estas dichas minas, con poco temor de Dios nuestro Señor y en grande ofensa suya, ha tenido y tiene de costumbre en estas minas y en otras partes hacer ritos y hechicerías, invocando con ellas los demonios, llamándolos con gran fervor y (confianza) de saber y entender cosas que [...] solo a Dios nuestro Señor se pueden pedir para que las revele y manifieste (Doc. cit., 1, fj. 3).


Miranda, decidió emprender un juicio eclesiástico contra Zamora (comadrona o partera), ya que era reincidente en hacer dichas prácticas e inducir con ello a otras personas invocando con ellas los demonios y ofendiendo a Dios gravemente, motivo por el cual debía ser castigada para que escarmentara y sirviera de ejemplo a otros.”


Por su parte, Enciso Contreras, historiador Zacatecano, ahonda en dicho tema en su paper académico el cual investiga el proceso de Bárbola de Zamora, puede hacerlo y que puedes descargarlo este link: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4036/8.pdf


No es intención en este blog hablar solamente de Bárbola de Zamora, al cual si bien se dio su juicio enteramente en la Villa de San Martín, cierto es que en el siglo XVII también hubo más personajes que pueden ser nombrados con la misma amplitud que merece Bárbola de Zamora. Todo lo anterior, fue con mero fin de contextualizar lo que sigue. Por lo tanto, se dejará a su libre criterio, lector, ahonde un poco más sobre esa interesante Mulata y el fin que tuvo.


Ahora bien, contextualizado que ha sido: 1. El origen de la inquisición y la forma en que ésta se usaba para control político. 2. La Villa de San Martín. 3. El primer juicio eclesiástico de Bárbola de Zamora. Toca turno de hablar de otras mujeres que fueron parte de investigaciones de la inquisición en el siglo XVII. Éste tópico lo haremos de manera interactiva, por lo que puede remitirse a estos videos:


PHELIPA DE CÓNCHOLA



EL SASTRE QUE SE ENAMORÓ DE UNA BRUJA



Nos leemos en la siguiente entrada.




<<Que me quieras/ y me ames/ y me vengas a buscar»: el conjuro amoroso durante el primer siglo del Santo Oficio novohispano, 1571-1671. Una poética de la subversión” Jair Antonio Acevedo López. Mayo 2019. P. 43


Frontera y mentalidades: relaciones sociales de mujeres a través de la hechicería en Sombrerete, Zacatecas (1570-1669) Brenda Alejandra Menchaca Montoya. Año 2020. P. 61

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